miércoles, 6 de diciembre de 2017

El problema del mal

Parte de Génesis 2 y 3

(...)
9 Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 De Edén nace un río que riega el jardín, y desde allí se divide en cuatro brazos.
11 El primero se llama Pisón: es el que recorre toda la región de Javilá, donde hay oro.
12 El oro de esa región es excelente, y en ella hay también bedelio y lapislázuli.
13 El segundo río se llama Guijón: es el que recorre toda la tierra de Cus.
14 El tercero se llama Tigris: es el que pasa al este de Asur. El cuarto es el Eufrates.
15 El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
16 Y le dio esta orden: «Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín,
17 exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte».

(...)

1 La serpiente era
el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?».
2 La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín.
3 Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: «No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte».
4 La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán.
5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal».
6 Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.
7 Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.
8 Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.
9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?».
10 «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí».
11 El replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?».
12 El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él».
13 El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Cómo hiciste semejante cosa?». La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí».

martes, 31 de octubre de 2017

Material para TP

Breve historia del pueblo de Israel Click acá

Relato de la Creación Gn. 1 Click acá

Relato de la Creación Gn. 2 Click Acá

Otros textos del AT sobre el tema de la Creación:
Salmo 136
Salmo 148
Proverbios 3, 19-20
Proverbios 22, 2.
Proverbios 29, 13.
2 Macabeos 7, 28


Pueden leer estos textos en la biblia online Click acá

Enuma Elish
  •      —Es una de las creaciones más importantes de la religiosidad acádica.
  •      —Relata los orígenes del mundo para exaltar a Marduk.
  •      —Redactado aprox en el 1100 AC.
  • —     A pesar de haber sido reinterpretados, se advierte la antigüedad de los temas.Ante todo, la imagen primordial de una totalidad acuática indiferenciada en la que aparece la primera pareja, Apsu y Tiamat. De la mezcla de las aguas dulces y las aguas saladas son engendradas otras parejas divinas. 
—La historia:
Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme, nada más había que el Apsu primordial, su progenitor, (y) Mummu-Tiamat, la que parió a todos ellos, mezcladas sus aguas como un solo cuerpo. No había sido trenzada ninguna choza de cañas, no había aparecido marisma alguna, cuando ningún dios había recibido la existencia, no llamados por un nombre, indeterminados sus destinos, sucedió que los dioses fueron formados en su seno….
Con sus juegos y gritos los jóvenes dioses turban el reposo de Apsu, que se queja a Tiamat:
“Insoportable me es su conducta. De día no puedo reposar, de noche no puedo dormir. Voy a aniquilarlos para poner fin a sus travesuras. Y que reine el silencio entre nosotros, y así al fin podremos dormir”
Tiamat se opone («¿Qué? ¿Vamos a destruir lo que hemos edificado? Su conducta, ciertamente, es enojosa, pero esperaremos con paciencia»).
Pero Aspu no se deja convencer y planea matar a los dioses.
Los dioses jóvenes dioses se enteran. Ea hace que Apsu se duerma mediante conjuros, luego le arrebata su resplandor (“poder”) y lo mata. Se convierte en el nuevo dios de las aguas y engendra a Marduk.
El texto se detiene a exaltar la gigantesca majestad, la sabiduría y la omnipotencia de este dios que nace el último de todos ellos.
“En la cámara de los destinos, morada de los hados, un dios fue engendrado, poderoso y sabio más que los dioses. En el corazón de Apsu fue Marduk creado. …Seductora era su figura, la luz brillaba en sus ojos. Señorial era su paso, soberano desde antiguo. … Perfectos eran sus miembros sin medida, imposible de comprender, difícil de percibir. Cuatro eran sus ojos, cuatro eran sus oídos. Cuando movía sus labios, fuego escapaba de ellos. Grandes eran sus órganos para oír, y los ojos, en número igual, escrutaban todo. Era el más alto de los dioses, soberana era su estatura, enormes sus miembros, era alto sobremanera. «¡Hijito mío, hijito mío! Mi hijo, el Sol, ¡Sol de los cielos!». Revestido del halo de diez dioses, era fuerte cual ninguno, con todos sus terribles destellos.”
Pero otros dioses incitan a Tiamat, reprochándole no haber actuado cuando mataron a su esposo.
Tiamat reacciona:
Crea seres horribles (monstruos, serpientes, demonios) preparándose para atacar.
Eleva a un dios, Kingu, como su nuevo consorte.
Ningún dios no se animan a enfrentarlos. Le ruegan a Marduk que combata por ellos.
Marduk acepta, pero a cambio deben nombrarlo dios supremo: él decide ahora los destinos. 
La batalla entre los dos bandos se decide en un combate singular entre Tiamat y Marduk
Entonces entablaron la lucha Tiamat y Marduk, el más sabio entre los dioses, trabaron combate singular, se atenazaron en la pelea. Desplegó su red el señor para atraparla, el viento malo, que seguía detrás, le soltó en el rostro. Cuando Tiamat abría su boca para devorarlo, por ella le lanzó el viento malo para que no cerrara los labios. Cuando los vientos salvajes llenaron su vientre, su cuerpo quedó hinchado, la boca abierta. Lanzó él su flecha, que atravesó su vientre, le desgarró las entrañas, le destrozó el corazón. Dominándola así, acabó con su vida. Luego, con los despojos del monstruo, Marduk “crea” el mundo:
“Se detuvo entonces el señor para ver el cuerpo muerto, porque iba a desmembrar al monstruo y hacer obras estupendas. La partió como un pescado en dos partes; una mitad alzó y la puso como un techo, el cielo, fijó una barrera y puso guardianes a los que mandó que no dejaran escapar las aguas.”
Configura la tierra a partir de los órganos de Tiamat (de sus ojos brotaron el Tigris y el Eufrates, etc.)
Finalmente decide crear al hombre:
“Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura salvaje, 'hombre' se llamará. Cierto, crearé un hombre salvaje. Tendrá que estar al servicio de los dioses, para que ellos vivan sin cuidado. Con maña cambiaré la vida de los dioses.”
El dios Ea sugiere que sea sacrificado un dios para formar al hombre. Se juzga y se condena a Kingu por la revuelta, y se lo sacrifica a él para formar de su sangre al hombre.
“De su sangre formaron la humanidad, a la que él impuso la servidumbre, dejando libres a los dioses.”

martes, 3 de octubre de 2017

TP GRUPAL

Hola chicos, les dejo aquí unos links para que puedan acceder a los videos que vimos la clase pasada. Les serán de gran utilidad para resolver el TP. 

https://www.youtube.com/watch?v=QEDQfqB8_lE&t=6s

https://www.youtube.com/watch?v=KB7v7282rr4

Por las dudas les dejo también los grupos:

1. Altamirano
    Lemos
    Torres
    Carro
    Inguscio

2. Cachada
   Morales
   Bonafé
   Espínola
   Ibarrola

3. Ghiglione
   Priero
   Arcajo
   Céspedes
   De Biase

4. Maldonado
   Ruiz Díaz
   Álvarez
   Cáceres
   Scatolón

5. Ramos Gaspar
   Vargas
   Zmijak
   Gomez
   Haracenchuk


6. Vidal
   Zaidán
   Baeza
   Ferreyra
   Iroz

martes, 26 de septiembre de 2017

La teoría de la evolución

Mañana trabajaremos con este material

https://hipertextual.com/2016/02/darwin-evolucion


La nada no está vacía

Una de las preguntas que surgía la clase pasada era sobre el vacío. Sobre qué hay en el espacio exterior. Aquí les dejo un artículo interesante sobre el tema:

http://www.quo.es/ciencia/la-nada-no-esta-vacia

¡¡Saludos!!

viernes, 15 de septiembre de 2017

CALIFICACIONES

Hola chicos, ¿cómo están? Esta semana no estuve yendo al colegio porque estoy enferma. 
Cerré sus notas y las entregué en secretaría. 

REPASEMOS

Las calificaciones del trimestre son 3:
Trabajo de síntesis (Primera columna de la imagen)
Red conceptual (Segunda columna de la imagen)
Desempeño (Tercera columna de la imagen)


La cuarta columna de la imagen corresponde a la calificación del trimestre. 

La calificación de la síntesis ya la tienen pasada en la libreta.
La corrección de la red la puede encontrar cada uno como comentario en la red que publicaron en el blog.


Saludos!!

miércoles, 23 de agosto de 2017

Dialogo Fe-Ciencia

Si la fe parte de verdades reveladas que, a su vez, exigen una adhesión de fe, sin comprobación experimental, la ciencia es el reino de la duda y se apoya en búsquedas empíricas. La fe capta la esencia de las cosas, la ciencia capta la existencia. Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida. La ciencia y la fe sirven para darnos calidad de vida, conocimiento de la naturaleza y sentido trascendente a la existencia. Si por la fe descubrimos el origen y la finalidad del Universo y de la vida, y por la ciencia el cómo funcionan uno y otro, todo ello importa poco si no nos conduce a lo esencial: a una civilización en la que el amor sea también una exigencia política Esta red conceptual fue hecha por Luciano Maldonado y Juan Cruz Cachada

martes, 22 de agosto de 2017

Buenas noches chicos, les dejo el link de un video con el que trabajaremos mañana

https://www.youtube.com/watch?v=VwoRW55YlMY

Saludos

miércoles, 16 de agosto de 2017

natalia gomez - fe ciencia


Dialogo Fe-Ciencia. Ibarrola y Alvarez.

Los seres humanos estamos dotados de la extraordinaria capacidad de acumular conocimientos derivados de la contemplación de la naturaleza. Tras analizar y desentrañar sus secretos, y extraer conclusiones sobre la causa y el efecto de los fenómenos naturales, hemos sido capaces de comunicarlos y aplicarlos en beneficio propio. Sin duda, el siglo XX ha sido el más fructífero en el avance del conocimiento científico, especialmente por las contribuciones de la física en la primera mitad y de la biología en la segunda. De la trascendencia de los conocimientos adquiridos mediante la investigación científica dan fe los progresos en el bienestar social y la salud.

Sin embargo, la experimentación científica tiene sus límites. Hay problemas que no pueden abordarse por el método experimental y que exigen otros modos de abordaje. No han de desestimarse, relegarse o considerarse de menor importancia aquellas preguntas que no sean de carácter científico. Estaríamos simplemente ante preguntas que la ciencia no puede abordar, bien por su carácter abstracto e inabordable -dada su inmaterialidad-, o por carecer de los elementos necesarios para un planteamiento experimental del problema a resolver. No serían científicas cuestiones tales como la existencia de Dios, el origen de la materia a partir de la nada, el origen de la primera célula, el origen de un ser consciente y cooperador a partir de unas bestias instintivas y egoístas, la relación entre la mente y el cerebro, etc. Sin duda son cuestiones de un gran interés, pero no son preguntas que se puedan resolver mediante el método científico, por mucho que el biólogo Richard Dawkins, el físico Stephen Hawking y otros se empeñen a base de retorcer el método científico, convirtiendo delirantes hipótesis filosóficas en explicaciones sin base empírica convincente. Sería más honesto reconocer los límites de la ciencia y aceptar otros métodos u otras fuentes que permitan abordar estas grandes cuestiones.


Texto extraído de :http://www.paginasdigital.es/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=6344&te&idage&vap=0&codrel=3806&usm=%24%7C%24idusuencrip%24%7C%24



DIÁLOGO FE-CIENCIA (Céspedes e Iroz)



Benedicto XVI a la Academia Pontificia de las Ciencias (31.10.08)
No hay oposición entre fe y ciencia

Me alegra saludaros a vosotros, miembros de la Academia pontificia de ciencias, con ocasión de vuestra asamblea plenaria, y agradezco al profesor Nicola Cabibbo las palabras que me ha dirigido amablemente en vuestro nombre.

Con la elección del tema: "Visión científica de la evolución del universo y de la vida", tratáis de concentraros en un área de investigación que despierta mucho interés. De hecho, hoy muchos de nuestros contemporáneos desean reflexionar sobre el origen fundamental de los seres, sobre su causa, sobre su fin y sobre el sentido de la historia humana y del universo.

En este contexto se plantean naturalmente cuestiones concernientes a la relación entre la lectura del mundo que hacen las ciencias y la que ofrece la Revelación cristiana. Mis predecesores el Papa Pío XII y el Papa Juan Pablo II reafirmaron que no hay oposición entre la visión de la creación por parte de la fe y la prueba de las ciencias empíricas. En sus inicios, la filosofía propuso imágenes para explicar el origen del cosmos, basándose en uno o varios elementos del mundo material. Esta génesis no se consideraba una creación, sino más bien una mutación o una transformación. Implicaba una interpretación en cierto modo horizontal del origen del mundo.

Afirmar que el fundamento del cosmos y de su desarrollo es la sabiduría providente del Creador no quiere decir que la creación sólo tiene que ver con el inicio de la historia del mundo y la vida. Más bien, implica que el Creador funda este desarrollo y lo sostiene, lo fija y lo mantiene continuamente.

"Evolucionar" significa literalmente "desenrollar un rollo de pergamino", o sea, leer un libro. La imagen de la naturaleza como un libro tiene sus raíces en el cristianismo y ha sido apreciada por muchos científicos. Galileo veía la naturaleza como un libro cuyo autor es Dios, del mismo modo que lo es de la Escritura. Es un libro cuya historia, cuya evolución, cuya "escritura" y cuyo significado "leemos" de acuerdo con los diferentes enfoques de las ciencias, mientras que durante todo el tiempo presupone la presencia fundamental del autor que en él ha querido revelarse a sí mismo.




Hola chicas, este es el video para trabajar hoy.


https://www.youtube.com/watch?v=6a5aq3p3sPs

miércoles, 9 de agosto de 2017

Diálogo fe-ciencia

Decir que la fe se contrapone a la ciencia no solo es una afirmación poco inteligente e ideológica (desmentida por miles de científicos de talla mundial entre los cuales se encuentran no pocos premios nobel), sino que además contradice una actitud fundamental que todo científico, ateo o creyente, presupone en cualquiera de sus experimentos. Sí, porque la fe -entendida en este caso como confianza humana ante lo no demostrable o comprobable – es de hecho una experiencia cotidiana de todo científico que indaga.
Texto extraído de https://catholic-link.com/relacion-fe-ciencia-dialogo-nobel/ 


Este trabajo fue realizado por De Biase y Arcajo.

Diálogo fe-ciencia. Trabajo de Altamirano y Zmijak.

Decir que la fe se contrapone a la ciencia no solo es una afirmación poco inteligente e ideológica (desmentida por miles de científicos de talla mundial entre los cuales se encuentran no pocos premios nobel), sino que además contradice una actitud fundamental que todo científico, ateo o creyente, presupone en cualquiera de sus experimentos. Sí, porque la fe -entendida en este caso como confianza humana ante lo no demostrable o comprobable – es de hecho una experiencia cotidiana de todo científico que indaga.

Por ejemplo los científicos saben con certeza, basada en fe humana, que nuestra mano es una nube de partículas unidas por fuerzas en una dimensión que es prácticamente todo vacío, y que la mesa también es una nube de partículas unidas en algo (una red de fuerzas) que en su gran extensión es casi totalmente vacío. Y que –como decía el sacerdote astrofísico Manuel Carreira SJ– «cuando yo quiero pasar mi mano a través de la mesa, no pasa porque hay fuerzas de repulsión, pero que no hay nada sólido, ni en la mesa, ni en mi mano. Y que cuando tropieza mi mano con la mesa, no llegan a tocarse jamás dos partículas. Todo esto lo sé con certeza, a pesar de que va en contra de lo que dicen nuestros sentidos». Explicar porqué nuestra percepción a nivel “macro” (es decir a nivel de nuestros sentidos más comunes) parece contradecir totalmente la realidad “micro” (atómica, imperceptible) de lo que está ocurriendo, no se puede, pero los científicos con toda razón lo toman como una dato cierto, aun siga siendo misterioso.

Ahora bien, si esto que decimos es verdad para la “fe humana”, ¿qué se puede decir acerca de la “fe cristiana”, o bien, de la fe que no es solo confianza ante lo indemostrable, ante lo que excede nuestra razón, sino más bien, que se presenta como confianza ante una serie de verdades reveladas por Dios mismo como ciertas?

Aquí también podemos afirmar sin problema alguno que la ciencia no contradice, ni podría (aun queriéndolo) contravenir a la revelación. Porque en el fondo, del estudio de la materia en su actividad, no podemos extraer ninguna consecuencia fuera de decir cómo actúa y se comporta. Lo que significa, simple y llanamente, que el ámbito de la ciencia es limitado, y que su límite será siempre la actividad de la materia que puede comprobarse experimentalmente (aun cuando nos falte hoy la tecnología para hacerlo). Por lo tanto, preguntarse a nivel científico si Dios existe o no, o si dijo o hizo tal o cual cosa, es ya de partida un problema mal planteado, pues se pide una respuesta que va más allá del campo de estudio de la ciencia misma (de las mismas premisas que ella exige para considerar como válida dicha afirmación). Un campo donde sí podemos en cambio afirmar y debatir tales contenidos sería el campo de los estudios teológico-filosóficos, donde la experiencia religiosa del hombre que en la historia se abre al misterio de Dios, puede ser tratada con un lenguaje y una serie de premisas más amplias que la del lenguaje científico.

Si las ciencias dejan de ayudar al hombre cualitativamente, es decir, dejan de ayudarlo a responder integralmente a dichas preguntas y a vivir coherentemente según una auténtica respuesta de las mismas, acabarán –como ya lo han hecho tantas veces en el pasado- por impedir que éste alcance la felicidad y la realización que tanto anhela. Muchos grandes científicos, como los que presentamos hoy, están ahí presentes para darnos un testimonios confiable y para recordarnos que existe y es posible el primer camino.

Texto extraido de : https://catholic-link.com/relacion-fe-ciencia-dialogo-nobel/

dialogo fe-ciencia

La pastoral universitaria y el diálogo fe –ciencia, fe –razón. 
Manuel José Jiménez Rodríguez.

El diálogo fe – razón ha sido una de las mayores preocupaciones del Cardenal Joseph Ratzinger,
hoy Papa Benedicto XVI. Mejor aún, aspecto esencial y fundamental de su pensamiento teológico es
la importancia de la razón o del uso de la inteligencia para la fe cristiana, hasta el punto de decir que
esta es una constante en su pensamiento. Según su parecer, la lucha por la nueva presencia de la
razón en la fe es una tarea urgente en la Iglesia hoy día. Pues de lo que se trata es de superar tanto
los límites y la pobreza de la razón cuando se cierra a la fe, como los riesgos que acompañan a ésta
cuando no tiene una base racional. En este caso, particularmente, una fe más cercana a la
supersticioso.
La relación entre fe y ciencia ha variado mucho a la largo de la historia. Expresada en términos de
oposición o de armonía. Las oposiciones han surgido, en la gran mayoría de las veces, debido a una
falta de comprensión y a una indebida intromisión de los estamentos religiosos y autoridades
religiosas en el ámbito de la ciencia, o las posturas intransigentes y “absolutizadoras” de los
representantes de las ciencias, producto del materialismo científico.
Muchos creyentes aún hoy día ven en la ciencia una amenaza para su fe. Se cree que son
incompatibles. Se toman posturas ambiguas y recelosas. Se tiene miedo a las preguntas que plantea
la ciencia y que puedan hacer dudar la fe. Para algunos hombres y mujeres de ciencia, sigue
siendo extendida la idea de que la fe religiosa no es más que un modo mágico e irracional de ocultar
la ignorancia frente a los fenómenos naturales. Dios aparece como una tapa agujeros, como un
recurso ante la incapacidad de encontrar una respuesta racional a un problema concreto. A media
que la ciencia pueda dar respuesta a ellos, Dios y la religión irán perdiendo espacio e irán
desapareciendo.
Un ejemplo concreto del como la teología puede aprender y hasta hacer suyo el “estilo” o método
científico es el trabajo realizado por Arthur Peacocke.En su estudio parte del reto de credibilidad
de lo religioso hoy y del cristianismo en particular. Reto que tiene que ver con su inteligibilidad y
razonabilidad. Ya que la percepción que se tiene de lo religioso y sus creencias es que no logran
satisfacer los habituales criterios de razonabilidad tan intensamente presentes en la práctica
científica. A lo que se suma el surgimiento de nuevas supersticiones, neopanismos y religiosidades
centradas más en lo emotivo y estético que en lo ético.







DIÀLOGO FE-CIENCIA. Trabajo de: Vargas, Morales y Vidal.

La fe y la ciencia no siempre han sabido dialogar. Las primeras respuestas a las indagaciones del ser humano respecto al cosmos, a los fenómenos naturales y a la vida fueron dadas por la religión. Chamanes, hechiceros, gurús y sacerdotes servían de mediadores entre el Cielo y la Tierra.

La religión es hija de la fe, y la ciencia de la razón. Frente a las búsquedas científicas de los antiguos griegos la religión las miró con los ojos de la desconfianza. No admitía que los hechos narrados en la Biblia fueran apenas mitos y símbolos, sin base científica, como la existencia de Adán y Eva, la construcción de la torre de Babel y el diluvio universal.

Si la fe parte de verdades reveladas que, a su vez, exigen una adhesión de fe, sin comprobación experimental, la ciencia es el reino de la duda y se apoya en búsquedas empíricas. La fe capta la esencia de las cosas, la ciencia capta la existencia.

Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida.

La ciencia y la fe sirven para darnos calidad de vida, conocimiento de la naturaleza y sentido trascendente a la existencia. Si por la fe descubrimos el origen y la finalidad del Universo y de la vida, y por la ciencia el cómo funcionan uno y otro, todo ello importa poco si no nos conduce a lo esencial: a una civilización en la que el amor sea también una exigencia política

Texto extraído de: http://www.alainet.org/es/active/45398


Dialogo Fe-Ciencia Trabajo de Espinola y Ferreyra

La fe y la ciencia no siempre han sabido dialogar. Las primeras respuestas a las indagaciones del ser humano respecto al cosmos, a los fenómenos naturales y a la vida fueron dadas por la religión. Chamanes, hechiceros, gurús y sacerdotes servían de mediadores entre el Cielo y la Tierra. Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida. La ciencia y la fe sirven para darnos calidad de vida, conocimiento de la naturaleza y sentido trascendente a la existencia. Si por la fe descubrimos el origen y la finalidad del Universo y de la vida, y por la ciencia el cómo funcionan uno y otro, todo ello importa poco si no nos conduce a lo esencial: a una civilización en la que el amor sea también una exigencia política. 


Dialogo Fe-Ciencia

Dialogo Fe-Ciencia

Juan Cruz Priero y Facundo Ghiglione

  La fe y la ciencia no siempre han sabido dialogar. Las primeras respuestas a las indagaciones del ser humano respecto al cosmos, a los fenómenos naturales y a la vida fueron dadas por la religión. 
  La religión es hija de la fe, y la ciencia de la razón. Frente a las búsquedas científicas de los antiguos griegos  la religión las miró con los ojos de la desconfianza. No admitía que los hechos narrados en la Biblia fueran apenas mitos y símbolos, sin base científica, como la existencia de Adán y Eva. 
  La fe capta la esencia de las cosas, la ciencia capta la existencia. 
  Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida.
  La ciencia y la fe sirven para darnos calidad de vida, conocimiento de la naturaleza y sentido trascendente a la existencia. Si por la fe descubrimos el origen y la finalidad del Universo y de la vida, y por la ciencia el cómo funcionan uno y otro, todo ello importa poco si no nos conduce a lo esencial: a una civilización en la que el amor sea también una exigencia política.
Texto sacado de: http://www.alainet.org/es/active/45398


Diálogo fe-ciencia

Decir que la fe se contrapone a la ciencia no solo es una afirmación poco inteligente e ideológica (desmentida por miles de científicos de talla mundial entre los cuales se encuentran no pocos premios nobel), sino que además contradice una actitud fundamental que todo científico, ateo o creyente, presupone en cualquiera de sus experimentos. Sí, porque la fe -entendida en este caso como confianza humana ante lo no demostrable o comprobable – es de hecho una experiencia cotidiana de todo científico que indaga.
Explicar porqué nuestra percepción a nivel “macro” (es decir a nivel de nuestros sentidos más comunes) parece contradecir totalmente la realidad “micro” (atómica, imperceptible) de lo que está ocurriendo, no se puede, pero los científicos con toda razón lo toman como una dato cierto, aun siga siendo misterioso.
Trabajo Torres y Lemos.

https://catholic-link.com/relacion-fe-ciencia-dialogo-nobel/


Dialogo fe-ciencia

La fe y la ciencia no siempre han sabido dialogar. Las primeras respuestas a las indagaciones del ser humano respecto al cosmos, a los fenómenos naturales y a la vida fueron dadas por la religión. Chamanes, hechiceros, gurús y sacerdotes servían de mediadores entre el Cielo y la Tierra.

La religión es hija de la fe, y la ciencia de la razón. Frente a las búsquedas científicas de los antiguos griegos la religión las miró con los ojos de la desconfianza. No admitía que los hechos narrados en la Biblia fueran apenas mitos y símbolos, sin base científica, como la existencia de Adán y Eva, la construcción de la torre de Babel y el diluvio universal.

Durante 1.300 años la Iglesia se apegó a la cosmología de Ptolomeo (90-168), adecuada a la creencia de que la Tierra es el centro del Universo, en el cual Dios se encarnó en Jesús.

Si la fe parte de verdades reveladas que, a su vez, exigen una adhesión de fe, sin comprobación experimental, la ciencia es el reino de la duda y se apoya en búsquedas empíricas. La fe capta la esencia de las cosas, la ciencia capta la existencia.

Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida.

El diálogo entre la fe y la ciencia se inició cuando, en la modernidad, la razón se emancipó de la religión. Que lo digan Copérnico, Galileo y Giordano Bruno. Hubo fricciones y condenaciones recíprocas, hasta que la extensa obra del jesuita Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) -geólogo, paleontólogo y teólogo- hizo que la Iglesia reconociera que la fe puede no estar de acuerdo con el uso que se hace de los descubrimientos científicos, como la fisión del átomo para la construcción de ojivas nucleares, pero no negar nunca la autonomía de la ciencia y el modo como ella desvela los misterios de la naturaleza.

En ese intento por actualizar el diálogo entre la ciencia y la fe, la editorial Agir reunió, durante tres días, en un hotel de Rio de Janeiro, al físico teórico Marcelo Gleiser y a mí, con la mediación de Waldemar Falcão, espiritualista e investigador de fenómenos esotéricos. De nuestro encuentro resultó el libro “Conversación sobre la fe y la ciencia”, que acaba de ser editado esta semana.

Marcelo Gleiser procede de una familia judía, formado en física por la PUC de Rio de Janeiro, profesor e investigador en la Universidad de Darthmouth, en los EE.UU. Autor de obras excelentes, como la reciente “Creación imperfecta”, Gleiser se considera agnóstico. Me sorprendió su gran conocimiento de historia de las religiones y del modo como ellas se relacionan con la ciencia.

Yo no tengo formación científica, pero muy pronto me interesé por las obras de Teilhard de Chardin. En 1963 publiqué unas notas sobre su pensamiento, reunidas luego en el libro “Sinfonía universal. La cosmovisión de Teilhard de Chardin”.

Más tarde me vi obligado a improvisar como profesor de química, física y biología en un curso suplementario. El deber se convirtió en placer y me llevó a escribir “La obra del Artista. Una visión holística del Universo”, cuya segunda edición está en preparación.

Gleiser leyó mis libros y yo leí los suyos, lo que favoreció nuestro diálogo, en el que se dio más convergencia que divergencia, especialmente en lo tocante a la postura correcta de la ciencia ante la fe y de la fe ante la ciencia.

Son esferas independientes, autónomas, y que sin embargo encuentran sus síntesis en nuestras vidas. Nadie prescinde de la ciencia y de su hija predilecta, la tecnología, así como todos tenemos una dimensión de fe, aunque sea la restringida al amor que une al marido y a su mujer.

Marcelo Gleiser y yo coincidimos en que la finalidad de la ciencia no es obtener provecho (tal como el de las industrias farmacéuticas y bélicas), ni el de la fe imponer verdades (como sucede con el fundamentalismo) o apropiarse de parcelas (Jesús es el camino, pero el cura o pastor cobran el peaje…).

La ciencia y la fe sirven para darnos calidad de vida, conocimiento de la naturaleza y sentido trascendente a la existencia. Si por la fe descubrimos el origen y la finalidad del Universo y de la vida, y por la ciencia el cómo funcionan uno y otro, todo ello importa poco si no nos conduce a lo esencial: a una civilización en la que el amor sea también una exigencia política. (Traducción de J.L.Burguet)



http://www.alainet.org/es/active/45398
Micaela Scatolon y Ailén Carro

Diálogo fe-ciencia.


Cielo Inguscio y Sol Bonafé.

Decir que la fe se contrapone a la ciencia no solo es una afirmación poco inteligente e ideológica (desmentida por miles de científicos de talla mundial entre los cuales se encuentran no pocos premios nobel), sino que además contradice una actitud fundamental que todo científico, ateo o creyente, presupone en cualquiera de sus experimentos. Sí, porque la fe -entendida en este caso como confianza humana ante lo no demostrable o comprobable – es de hecho una experiencia cotidiana de todo científico que indaga. Por ejemplo los científicos saben con certeza, basada en fe humana, que nuestra mano es una nube de partículas unidas por fuerzas en una dimensión que es prácticamente todo vacío, y que la mesa también es una nube de partículas unidas en algo (una red de fuerzas) que en su gran extensión es casi totalmente vacío.

Texto extraído de: https://catholic-link.com/relacion-fe-ciencia-dialogo-nobel/


Diálogo FE-CIENCIA, trabajo de Sofia Haracenchuk y Ariana Baeza

La fe y la ciencia no siempre han sabido dialogar. Las primeras respuestas a las indagaciones del ser humano respecto al cosmos, a los fenómenos naturales y a la vida fueron dadas por la religión.
La religión es hija de la fe, y la ciencia, de la razón. Frente a las búsquedas científicas de los antiguos griegos la religión las miró con los ojos de la desconfianza. No admitía que los hechos narrados en la Biblia fueran apenas mitos y símbolos, sin base científica, como la existencia de Adán y Eva, la construcción de la torre de Babel y el diluvio universal.
Si la fe parte de verdades reveladas que, a su vez, exigen una adhesión de fe, sin comprobación experimental, la ciencia es el reino de la duda y se apoya en búsquedas empíricas. La fe capta la esencia de las cosas, la ciencia capta la existencia.
Para la ciencia no importa quién o por qué, sino que importa el cómo. A ella no le interesa quién creó el Universo y qué finalidad tienen nuestras vidas. Lo que quiere es saber cómo funcionan las leyes cosmológicas, cómo interactúan entre sí las fuerzas de la naturaleza, cómo retrasar el envejecimiento de nuestras células, ampliando así el tiempo de nuestra vida.

Extraído de http://www.alainet.org/es/active/45398



viernes, 4 de agosto de 2017

En el dibujo podemos observar un bote en representación a la fe, a nuestra fe,representa nuestra fe,para hacerla crecer tenemos que basarnos en buenos actos y verdders creencias.
De un lado está a tormenta que representa los momentos malos,a dificultad que tuvo dios pra obtener la creencia de la gente,etc.
Del otro lado vemos un sol o un amanecer que representa que tras cualquier tropiezo siempre se sale adelante.
Por ultimo tenemos a dios que siempre esta en cada momento,tanto en la tormenta como en la salida del sol y siempre esta en cada paso del crecimiento de nuestra fe.
En conjunto todo el dibujo representa los caminos dificiles que tenemos que pasar para poder seguir y siempre esta dios para guiarnos sin importar que.

martes, 27 de junio de 2017

Trabajo de síntesis.

Trabajo de síntesis de Cielo Inguscio.
https://drive.google.com/open?id=1KA3nVueBNKVx2ow7ruBVyJhSgBVwjNZm1NxOIkYgPxk

https://issuu.com/cieloing/docs/trabajo_personal_de_s__ntesis

Trabajo Practivo de Sintesis

Trabajo de Síntesis- Azul Caceres, Federico Torres http://issuu.com/azul372/docs/entrevista_sobre_que_es_tener_fe.do

Síntesis personal (Arcajo y De Biase)

https://issuu.com/antonella0906/docs/s__ntesis_personal.docx

Trabajo de síntesis sobre la unidad 1

Juan Cruz Priero y Juan Cruz Cachada

TP sintesis

Trabajo de SÍNTESIS - Gonzalo Ramos Gaspar y Luciano Maldonado. http://issuu.com/gonzaloramos34/docs/qu___es_tener_fe.docx

TP DE ED EN LA FE

https://issuu.com/solbonafe/docs/tp_de_ed_en_la_fe.docx
TP de síntesis. Céspedes, Iroz, Baeza. https://issuu.com/ludmilacespedes/docs/tp_integrador.docx

miércoles, 14 de junio de 2017

La fe es un encuentro personal con Jesús

¡Hola chicos!
Muchos de ustedes tienen este texto en papel pero por las dudas se los dejo acá también. Corresponde al último tema de la unidad 1. Saludos.
«La fe es un encuentro con Jesucristo»
Papa Francisco
El mundo está lleno de cristianos que recitan mucho las palabras del Credo y las ponen muy poco en práctica. O de eruditos que encasillan la teología en una serie de posibilidades, sin que tal sabiduría tenga después reflejos concretos en la vida. Es un riesgo que hace dos mil años Santiago ya temía y que el Papa ha retomado hoy en su homilía al comentar el fragmento en el que el apóstol lo habla en su carta. Francisco ha observado que la afirmación del apóstol es clara "la fe sin el fruto en la vida, una fe que no da fruto en las obras, no es fe". Y ha continuado: "también nosotros nos equivocamos a veces sobre esto: 'Pero yo tengo mucha fe', escuchamos decir. 'Yo creo todo, todo...' Y quizá esta persona que dice eso tiene una vida tibia, débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida. El apóstol Santiago, cuando habla de fe, habla precisamente de la doctrina, de lo que es el contenido de la fe. Pero vosotros podéis conocer todos los mandamientos, todas las profecías, todas las verdades de fe, pero si esto no se pone en práctica, no va a las obras, no sirve. Podemos recitar el Credo teóricamente, también sin fe, y hay tantas personas que lo hacen así. ¡También los demonios! Los demonios conocen bien lo que se dice en el Credo y saben que es verdad".
Las palabras del Pontífice en la homilía se hacen eco de la afirmación de Santiago: "¿Tú crees que hay un solo Dios?, haces bien; también los demonios lo creen y tiemblan". La diferencia - ha explicado el Papa -  es que los demonios "no tienen fe", porque "tener fe no es tener un conocimiento", sino "recibir el mensaje de Dios" traído por Cristo. Asimismo, el Santo Padre explica que en el Evangelio se encuentran dos signos reveladores de quien "sabe lo que se debe creer pero no tiene fe". El primer signo - ha indicado - es la "casuística" representada por aquellos que preguntaban a Jesús si era lícito pagar las tasas o cuál de los siete hermanos del marido debía casarse con la mujer que había quedado viuda. El segundo signo es "la ideología".
Y así lo ha explicado: "los cristianos que piensan la fe como un sistema de ideas, ideológico: también en el tiempo de Jesús los había. El apóstol Juan dice de ellos que son el anticristo, los ideólogos de la fe, de cualquier signo que  sean. En aquel tiempo había gnósticos, pero había muchos... Y así, estos que caen en la casuística o estos que caen en la ideología son cristianos que conocen la doctrina pero sin fe, como los demonios. Con la diferencia que ellos tiemblan, estos no: viven tranquilos", ha indicado el Santo Padre.
Por otro lado, Francisco recuerda que en el Evangelio hay también ejemplos de personas que no conocen  la doctrina pero tienen mucha fe. Al respecto ha citado el episodio de la Cananea, que con su fe llora la sanación de la hija víctima de una posesión, y la Samaritana que abre su corazón porque "ha encontrado no verdades abstractas" sino a "Jesucristo". Como también el ciego curado por Jesús y que por esto es interrogado por fariseos y doctores de la ley hasta que se arrodilla con sencillez y adora a quien lo ha sanado. Tres personas de las que habla Francisco, "que demuestran como fe y testimonio son indisolubles".

Para concluir el Santo Padre ha señalado que "la fe lleva siempre al testimonio. La fe es un encuentro con Jesucristo, con Dios, y de allí nace y te lleva al testimonio. Y esto que el apóstol quiere decir: una fe sin obras, una fe que no te implique, que no te lleve al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras".

martes, 13 de junio de 2017

TRABAJO PERSONAL DE SÍNTESIS


Hola chicos: les dejamos las consignas del trabajo de síntesis. Nos vemos mañana. Saludos.Emilia y Florencia. 

Trabajo personal de síntesis
sobre la unidad 1
Fecha de entrega: miércoles 28 de junio.



OBJETIVO DEL TRABAJO
: Realizar una síntesis de todos los temas vistos en la unidad 1.

TEMA
: ¿Qué es tener fe?

PRODUCCIÓN
: Un trabajo de síntesis a elección entre los siguientes:
·           ENSAYO (1)
·         MONOGRAFÍA (1)
·         CUENTO (1)
·         NOVELA (1)
·         POESÍA (1)
·         CANCIÓN (1)
·         PRESENTACIÓN CON DIAPOSITIVAS (2)
·         DIBUJO/ PINTURA (3)
·         MAQUETA (3)
·         ENTREVISTA (1)

Se puede elegir otro tipo de trabajo que no esté incluido en la lista anterior. En ese caso, se deberá conversar previamente con la docente.

CONTENIDOS DE LA UNIDAD:

 Diferentes definiciones y usos de la palabra fe (TP Nº 1 realizado digitalmente)
·        Acto intelectual de fe (En la carpeta)
·        Fe en un horizonte universal (Texto digital)
·        El problema de Dios hoy (Texto digital)
·        Iglesia: ¿Impedimento o ayuda para la fe? (Fotocopia que trabajaron en grupos)
·        La fe es un encuentro personal con Jesucristo (Texto digital)

CRITERIOS DE ACREDITACIÓN
El trabajo deberá:

Responder a la pregunta: ¿qué es tener fe?
 Integrar los contenidos vistos en la unidad y no presentarlos por separado.
Presentar las ideas con claridas.
·              Estar acompañado de un texto que explique cómo fueron incluidos los temas vistos en la unidad.
·              Respetar el formato que se eligió. Es decir, si se eligió un ensayo, el texto tendrá las características del        ensayo y no de la monografía.
·            Ser presentado en el tiempo indicado y respetando las pautas escritas en la parte de PRESENTACIÓN.

PRESENTACIÓN

(1)       En estos casos el trabajo se entregará en formato de documento de Word, con las siguientes características:
Título en letra Arial tamaño 14
Encabezado: Nombre y apellido.  Separar el encabezado del resto del documento con una línea horizontal negra de 1 pto
Pie de página: Número de página. Separar el pie de página del resto del documento con una línea horizontal negra de 1 pto
Cuerpo del documento: Letra Arial, tamaño 12, interlineado de 1,5 li., párrafos justificados.
Se publicará el trabajo en el blog de Educación en la Fe utilizando la herramienta Issuu

(2)        Podrán usar cualquiera de las siguientes herramientas: Power Point, Prezi - Buncee  - Presentador de diapositivas de Google. En todos los casos, la primera diapositiva deberá contener el título del trabajo y al autor del mismo.
        Se publicará el trabajo en el blog de Educación en la Fe.

(3)       Se deberán ir tomando fotografías con el celular del progreso del trabajo y crear luego con las mismas una presentación utilizando PhotoPeach o Animoto o Kizoa. En todos los casos, la primera diapositiva deberá contener el título del trabajo y al autor del mismo.

Se publicará el trabajo en el blog de Educación en la Fe.

viernes, 12 de mayo de 2017

El problema de Dios, hoy.

Hola chicos, este es el texto que deben traer leído para el miércoles. Realizaremos un trabajo práctico grupal en clase sobre este tema.




El problema de Dios, hoy
En el apartado anterior (Fe en un horizonte universal) hemos hablado de preguntas existenciales sobre nuestra propia vida y sobre la vida en general. La pregunta que nos hacemos ahora más concretamente es si en el mundo de hoy, tal como lo conocemos, hay todavía lugar para orientar aquellas dudas a Dios. Es decir, si podemos buscar en Dios las respuestas sobre nuestra vida y sobre la existencia, y más aún, si podremos encontrar en Dios esas respuestas. Nos da la impresión de que el lugar ya está ocupado. Porque las preguntas sobre el sentido de la vida, sobre el más allá, sobre la vida después de la muerte… han sido reemplazadas por preguntas sobre el futuro mismo del hombre. El ser humano ya no se preocupa tanto por si Dios le tiene una misión, por si esta vida es adelanto de una vida mejor y eterna… al ser humano de hoy le preocupa más si, en el futuro, aunque él mismo muera, otros hombres de otras generaciones lograrán ciertos objetivos. Es decir, si en el futuro aunque sea lejano, el ser humano logrará avanzar con la ciencia hasta el infinito, si logrará conquistas sociales tan grandes que ya no haga falta rezarle a Dios por un mundo más justo, porque el mundo será más justo porque el hombre evolucionará y será mejor. Esto es lo que llamamos <<trascendencia hacia adelante>>, es una exigencia dirigida a la acción del hombre. En cambio la <<trascendencia hacia arriba>> significa esperanza y mirar a Dios. Implica tener la mirada puesta en un plano sobrenatural. Entonces, ¿cómo comprender cristianamente el futuro? ¿Qué lugar tiene Dios en un futuro que parece estar ocupado solo por la humanidad?
Intentaremos una doble comprensión del futuro.
A. La primera comprensión del futuro parte de la experiencia de injusticia, odio, mentira, muerte en la historia. Nuestra experiencia de la historia no es solo de progreso. La historia de la humanidad presenta un largo camino de sufrimientos. Injusticia y sufrimiento son muchas veces las objeciones más fuertes contra la fe en Dios. ¿Cómo creer en un Dios todopoderoso como padre bueno de los hombres si permite las guerras mundiales?  No podemos conformarnos con un mundo en el que algunas personas mueren por hambre y otras sufren las consecuencias de su propio bienestar (por ejemplo, personas que se estresan trabajando arduamente por ser ricas y luego gastan gran parte del dinero que ganaron en curarse) Las cosas no pueden seguir así. Los seres humanos debemos protestar contra estas realidades. Pero, ¿cómo seguir adelante? Los poderes y las fuerzas del mal nos afectan de alguna u otra forma a todos y condicionan nuestro obrar. En cualquier intento que hagamos por crear un mundo más justo, más libre, más pacífico, nos encontramos condicionados por la injusticia y la violencia. Hasta a veces algunas batallas sociales justas implican que nosotros mismos usemos la violencia o la imposición. Es decir que en cualquier orden nuevo que intentemos introducimos inmediatamente el germen del un nuevo desorden, de una nueva injusticia, de una nueva amargura. Parece que nunca conseguiremos escaparnos por completo de nuestro pasado, lo llevamos colgado como una pesada carga. Al final de todo, ¿sólo nos queda el deseo de algo diferente, pero no la posibilidad de concretarlo?
Para que no sea de gusto la esperanza en un mundo mejor y más humano, para que no desesperemos de que la historia tenga un sentido, es necesario que ocurra algo cualitativamente mejor. Algo nuevo, que supere las capacidades humanas, que nos sea dado como un don, como un regalo.  La cuestión del sentido de nuestra existencia y de nuestro compromiso con la historia se nos presenta como un posible acceso a Dios. Aquello que la Biblia llama <<promesa>> sería para nosotros el encontrar sentido a la existencia. Y este sentido lo encontraríamos en Dios, si lo tomamos como fuente de bien, de amor y justicia.
B. Nuestro segundo intento de entender el futuro y el lugar de Dios en él se sitúa en una experiencia más profunda. Se trata de la experiencia de la finitud del hombre. Todo el tiempo vivimos la experiencia de que somos finitos, es decir que tenemos un final. La muerte es el lugar donde experimentamos la finitud del hombre y de sus proyectos de futuro. Aquí fracasan todos los proyectos a largo plazo, los sueños de un mundo mejor en el futuro. ¿Qué valor tienen la vida y el hacer del hombre? ¿No termina todo en el vacío y en la nada? ¿A dónde se dirige todo lo que hacemos? ¿No tendremos que renunciar a proyectos de futuro como humanidad? ¿No es en definitiva absurda la existencia y la realidad? ¿De qué sirve luchar por un futuro mejor que no veremos? ¿De qué sirven las conquistas sociales que otros olvidarán cuando nosotros ya no estemos?
Para poder vivir humanamente, debemos suponer un sentido de la vida. A pesar de todas las situaciones límite, necesitamos constantemente reponernos y vivir la vida. Así, la experiencia de finitud que describimos en el párrafo anterior, implica la experiencia de un <<a pesar de todo>> y de un <<otra vez>>. Precisamente, ante la amenaza de que todo quede en la nada y en el absurdo, experimentamos que las cosas tienen cierta solidez, que hay momentos hermosos y encuentros felices, es decir, que a pesar de todo, la vida <<vale la pena>> A pesar del vértigo y la incertidumbre que nos generan estas preguntas sin respuesta, a pesar de la angustia que nos puede generar la muerte de la que no podremos escapar, a pesar de todo ello… el nacimiento de un hijo, el encuentro con la persona amada, el terminar una carrera, el hacer amigos nuevos… nos recuerdan constantemente que vale la pena vivir y más aún, vivir buscando la felicidad y disfrutándola a cada instante.
Este sentido que a pesar de todo encontramos, lo experimentamos como algo que nos viene, como un regalo que recibimos a pesar de nuestra finitud. Es entonces cuando necesitamos entender la experiencia de sentido de la vida como una experiencia de trascendencia. Es decir, de algo que está más allá de nosotros mismos. Esta experiencia de sentido solo es posible si Dios existe. Un Dios que, al ser el creador de la realidad, dispone de todo lo que está fuera del alcance del hombre. Sólo Dios puede superar los males en los que el hombre cae constantemente a lo largo de la historia. Sólo Dios puede ofrecernos un futuro más allá de la muerte. Sólo Dios puede fundamentar el sentido de nuestra existencia. Es la única garantía posible de que lo que hemos hecho no termine en el vacío.
Resumiendo: partimos de la pregunta sobre la posibilidad de creer en Dios hoy de un modo responsable e intelectualmente aceptable. Si se puede creer en Dios sin caer en una fe ciega. Pero no dimos pruebas de la existencia de Dios. Eso es imposible dada la experiencia del sufrimiento humano (recordemos que nos quedó sin responder cómo puede existir un Dios como padre bueno y permitir por ejemplo, las guerras mundiales) La esperanza es el único modo posible de aceptar el sentido de la vida. Tal esperanza es fundamental para la vida humana. Sin ella caeríamos en la desesperación y el suicidio o la absoluta indiferencia. Así, nos queda la esperanza de que sentido, justicia, verdad, felicidad absolutos sean lo último en la historia, el final del cuento. Aquello que la Biblia y los cristianos llaman <<Dios>> se nos muestra como la esperanza del hombre. Dios sería el futuro deseado, el futuro de nuestros proyectos. Sin olvidar que Dios es también el creador de la historia. El responsable de que exista la realidad.
Dios no siente envidia del hombre ni pretende amargarle la vida, al contrario. La fe en Dios da sentido a la búsqueda del hombre. Una fe entendida correctamente implica el buscar y el preguntarse, inspira el compromiso humano. Al liberarnos de la angustia existencial, nos hace libres para el compromiso con los demás. Es decir, al dejar de angustiarnos por el futuro del hombre porque sabemos que Dios es el futuro (aunque no tengamos idea de cómo sucederá esto) estamos libres para ocuparnos del presente. Podemos comprometernos con nuestra vida y con la vida de los demás porque sabemos que la existencia encuentra sentido en Dios. Dejamos de angustiarnos por la muerte porque sabemos que Dios nos ofrece una vida que supera la muerte. Y a la vez, al vivir una vida con sentido y ocupándonos de los demás, comenzamos a saborear en el presente las promesas del futuro.