Manuel José Jiménez Rodríguez.
El diálogo fe – razón ha sido una de las mayores preocupaciones del Cardenal Joseph Ratzinger,
hoy Papa Benedicto XVI. Mejor aún, aspecto esencial y fundamental de su pensamiento teológico es
la importancia de la razón o del uso de la inteligencia para la fe cristiana, hasta el punto de decir que
esta es una constante en su pensamiento. Según su parecer, la lucha por la nueva presencia de la
razón en la fe es una tarea urgente en la Iglesia hoy día. Pues de lo que se trata es de superar tanto
los límites y la pobreza de la razón cuando se cierra a la fe, como los riesgos que acompañan a ésta
cuando no tiene una base racional. En este caso, particularmente, una fe más cercana a la
supersticioso.
La relación entre fe y ciencia ha variado mucho a la largo de la historia. Expresada en términos de
oposición o de armonía. Las oposiciones han surgido, en la gran mayoría de las veces, debido a una
falta de comprensión y a una indebida intromisión de los estamentos religiosos y autoridades
religiosas en el ámbito de la ciencia, o las posturas intransigentes y “absolutizadoras” de los
representantes de las ciencias, producto del materialismo científico.
Muchos creyentes aún hoy día ven en la ciencia una amenaza para su fe. Se cree que son
incompatibles. Se toman posturas ambiguas y recelosas. Se tiene miedo a las preguntas que plantea
la ciencia y que puedan hacer dudar la fe. Para algunos hombres y mujeres de ciencia, sigue
siendo extendida la idea de que la fe religiosa no es más que un modo mágico e irracional de ocultar
la ignorancia frente a los fenómenos naturales. Dios aparece como una tapa agujeros, como un
recurso ante la incapacidad de encontrar una respuesta racional a un problema concreto. A media
que la ciencia pueda dar respuesta a ellos, Dios y la religión irán perdiendo espacio e irán
desapareciendo.
Un ejemplo concreto del como la teología puede aprender y hasta hacer suyo el “estilo” o método
científico es el trabajo realizado por Arthur Peacocke.En su estudio parte del reto de credibilidad
de lo religioso hoy y del cristianismo en particular. Reto que tiene que ver con su inteligibilidad y
razonabilidad. Ya que la percepción que se tiene de lo religioso y sus creencias es que no logran
satisfacer los habituales criterios de razonabilidad tan intensamente presentes en la práctica
científica. A lo que se suma el surgimiento de nuevas supersticiones, neopanismos y religiosidades
centradas más en lo emotivo y estético que en lo ético.
El texto está muy bien.
ResponderEliminarLa red tiene varios problemas:
Tiene pocos conceptos.
Los conceptos tienen que estar más relacionados unos con otros.
El cientificismo no habla de lo que se puede "ver" sino de lo que puede ser científicamente probado.
La ciencia no contradice a la fe. Si piensan que el texto que eligieron de Internet dice eso, entonces no entendieron el texto.
Ese texto tiene mucha riqueza y conceptos para agregar a la red.
Calif: 7