Relato de la Creación Gn. 1 Click acá
Relato de la Creación Gn. 2 Click Acá
Otros textos del AT sobre el tema de la Creación:
Salmo 136
Salmo 148
Proverbios 3, 19-20
Proverbios 22, 2.
Proverbios 29, 13.
2 Macabeos 7, 28
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Enuma Elish
- Es una de las creaciones más importantes de la religiosidad acádica.
- Relata los orígenes del mundo para exaltar a Marduk.
- Redactado aprox en el 1100 AC.
- A pesar de haber sido reinterpretados, se advierte la antigüedad de los temas.Ante todo, la imagen primordial de una totalidad acuática indiferenciada en la que aparece la primera pareja, Apsu y Tiamat. De la mezcla de las aguas dulces y las aguas saladas son engendradas otras parejas divinas.
La historia:
Cuando en lo alto el cielo no
había sido nombrado, no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme,
nada más había que el Apsu primordial, su progenitor, (y) Mummu-Tiamat, la que
parió a todos ellos, mezcladas sus aguas como un solo cuerpo. No había sido
trenzada ninguna choza de cañas, no había aparecido marisma alguna, cuando
ningún dios había recibido la existencia, no llamados por un nombre,
indeterminados sus destinos, sucedió que los dioses fueron formados en su
seno….
Con sus
juegos y gritos los jóvenes dioses turban el reposo de Apsu, que se queja a
Tiamat:
“Insoportable
me es su conducta. De día no puedo reposar, de noche no puedo dormir. Voy a aniquilarlos
para poner fin a sus travesuras. Y que reine el silencio entre nosotros, y así
al fin podremos dormir”
Tiamat se opone («¿Qué? ¿Vamos a destruir lo que hemos edificado? Su conducta, ciertamente, es enojosa, pero esperaremos con paciencia»).
Tiamat se opone («¿Qué? ¿Vamos a destruir lo que hemos edificado? Su conducta, ciertamente, es enojosa, pero esperaremos con paciencia»).
Pero Aspu no se deja convencer y planea matar a los dioses.
Los dioses
jóvenes dioses se enteran. Ea hace que Apsu se duerma mediante conjuros, luego
le arrebata su resplandor (“poder”) y lo mata. Se convierte en el nuevo dios de
las aguas y engendra a Marduk.
El texto se
detiene a exaltar la gigantesca majestad, la sabiduría y la omnipotencia de
este dios que nace el último de todos ellos.
“En la cámara de los destinos, morada de los hados, un dios
fue engendrado, poderoso y sabio más que los dioses. En el corazón de Apsu fue
Marduk creado. …Seductora era su figura, la luz brillaba en sus ojos. Señorial
era su paso, soberano desde antiguo. … Perfectos eran sus miembros sin medida,
imposible de comprender, difícil de percibir. Cuatro eran sus ojos, cuatro eran
sus oídos. Cuando movía sus labios, fuego escapaba de ellos. Grandes eran sus
órganos para oír, y los ojos, en número igual, escrutaban todo. Era el más alto
de los dioses, soberana era su estatura, enormes sus miembros, era alto
sobremanera. «¡Hijito mío, hijito mío! Mi hijo, el Sol, ¡Sol de los cielos!».
Revestido del halo de diez dioses, era fuerte cual ninguno, con todos sus
terribles destellos.”
Pero otros
dioses incitan a Tiamat, reprochándole no haber actuado cuando mataron a su
esposo.
Tiamat
reacciona:
Crea seres
horribles (monstruos, serpientes, demonios) preparándose para atacar.
Eleva a un
dios, Kingu, como su nuevo consorte.
Ningún dios
no se animan a enfrentarlos. Le ruegan a Marduk que combata por ellos.
Marduk
acepta, pero a cambio deben nombrarlo dios supremo: él decide ahora los
destinos.
La batalla
entre los dos bandos se decide en un combate singular entre Tiamat y Marduk
Entonces entablaron la lucha Tiamat y Marduk, el más sabio
entre los dioses, trabaron combate singular, se atenazaron en la pelea.
Desplegó su red el señor para atraparla, el viento malo, que seguía detrás, le
soltó en el rostro. Cuando Tiamat abría su boca para devorarlo, por ella le
lanzó el viento malo para que no cerrara los labios. Cuando los vientos
salvajes llenaron su vientre, su cuerpo quedó hinchado, la boca abierta. Lanzó
él su flecha, que atravesó su vientre, le desgarró las entrañas, le destrozó el
corazón. Dominándola así, acabó con su vida. Luego, con los despojos del monstruo, Marduk “crea” el mundo:
“Se detuvo entonces el señor para ver el cuerpo muerto,
porque iba a desmembrar al monstruo y hacer obras estupendas. La partió como un
pescado en dos partes; una mitad alzó y la puso como un techo, el cielo, fijó
una barrera y puso guardianes a los que mandó que no dejaran escapar las aguas.”
Configura la tierra a partir de los órganos de Tiamat (de
sus ojos brotaron el Tigris y el Eufrates, etc.)
Finalmente decide crear al hombre:
“Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una
criatura salvaje, 'hombre' se llamará. Cierto, crearé un hombre salvaje. Tendrá
que estar al servicio de los dioses, para que ellos vivan sin cuidado. Con maña
cambiaré la vida de los dioses.”
El dios Ea sugiere que sea sacrificado un dios para formar
al hombre. Se juzga y se condena a Kingu por la revuelta, y se lo sacrifica a
él para formar de su sangre al hombre.
“De su sangre formaron la humanidad, a la que él impuso la
servidumbre, dejando libres a los dioses.”